UNA VIDA

¿Has pensado qué pasaría si los jueces, con toda su experiencia y conocimiento, pudieran seguir aportando, al sistema judicial, después de cumplir la edad de jubilación?

Parece una idea un poco extraña, ¿verdad? Pero, si nos ponemos a pensar, tiene mucho sentido.
Un juez, al llegar su hora de jubilación, lleva toda una vida dedicándose a la Justicia. Alrededor de 40 años, fíjate.

 

Durante ellos, ha visto de todo. Conoce todos los entresijos del sistema y tiene una intuición jurídica que muy pocos pueden igualar. ¿No te parece una pena que todo ese saber se perdiera, de repente, cuando le llega la hora de jubilarse?

LOS JUECES BOOMERS
Quitarte, no te va a quitar ni una sola de las plazas que deben convocarse. Si ves el BOE, el número de jubilaciones es enorme y va a más. En Judicatura, en Fiscalía y en casi todas las carreras.

 

Los nacidos en torno a los años 60 están dejando el mercado laboral. Y no hay centennials suficientes, esto parece claro, para tanto hueco y en tantas profesiones. Está llevando a que los millennials se animen a opositar

¿POR QUÉ NO APROVECHAR ESA EXPERIENCIA?
La propuesta es sencilla: que los jueces no se retiren de golpe y que trabajen a tiempo parcial o en tareas más específicas. Por ejemplo, podrían:
• Asesorar a jueces más jóvenes: Imagina, cuando apruebes, tener un mentor personal que te guíe en los casos más difíciles.
• Refuerzo o sustitución: ¿Sabes la de vacantes que hay? ¿Sabes la cantidad e juzgados que necesitarían del apoyo de un compañero? Pregunta, pregunta.
• Formar a futuros jueces: Compartir sus conocimientos y experiencia para que las nuevas generaciones estén mejor preparadas. La preparación, qué difícil es dar con un buen preparador y que te dedique lo que esperas de él. Imagina que tuviera mucho más tiempo para ti.
• Investigar temas jurídicos: Aprovechar su tiempo libre para estudiar y analizar cuestiones legales que puedan mejorar el sistema.
• Resolver otros conflictos: Actuar como mediadores en ciertos casos, ayudando a las partes a llegar a un acuerdo.
¿QUÉ BENEFICIOS TENDRÍA ESTO?
• Más conocimiento: El sistema judicial se beneficiaría de la experiencia acumulada de estos jueces veteranos.
• Mejor formación: Los jueces jóvenes tendrían la oportunidad de aprender de los mejores.
• Mayor agilidad y eficacia: los asuntos se resolverían mucho antes.
• Mayor flexibilidad: Se podrían cubrir vacantes de forma más rápida y eficiente.
• Mayor satisfacción personal: Los jueces podrían seguir activos y sentirse útiles.
¿QUÉ DESAFÍOS HAY QUE SUPERAR?
Claro, no todo es perfecto. Implementar un sistema de jubilación gradual para los jueces requiere resolver algunos desafíos:
• Definición de funciones: ¿Qué tareas concretas podrían realizar estos jueces?
• Remuneración: ¿Cómo se les pagaría? Porque algún ajuste, a la baja, es lógico, pero cuánto.
• Garantías de independencia: Es fundamental asegurar que estos jueces sigan siendo independientes y no se vean influenciados por presiones externas.
EN CONCLUSIÓN…
La idea de que los jueces puedan jubilarse de forma gradual es una propuesta interesante que merece ser estudiada en profundidad.

 

Al aprovechar la experiencia y el conocimiento de estos profesionales, podríamos mejorar la calidad de la justicia y garantizar un futuro más sólido para nuestro sistema judicial.

¿Qué opinas tú? ¿Crees que esta idea es viable? ¿Qué otros beneficios o desafíos se te ocurren?

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Sobre el Autor
Rafael Rosel

Magistrado y Preparador

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